Textos ganadores:
África García Albadalejo:
"Todos estamos en la cuneta, pero algunos miramos las estrellas."(Oscar Wilde).
Es cierto que no todos estamos implicados en los movimientos de masas, somos ignorantes o preferimos estar en nuestros propios intereses. La gente que se queda en la cuneta puede ser privilegiada, puede observar lo que hacen los demás, también puede soñar con algo diferente. Tal vez no sea elección suya estar aislados del mundo pero sí poder hacer de esa separación algo suyo y verlo así de otra manera. Yo soy una de las que miran a las estrellas.
Opino que hay mucha gente que mira las estrellas pero que están muy dispersos y no pueden llegar a hacer algo grande.
"Nunca la vida es nuestra".(Miguel Sánchez Robles).
La vida nunca es nuestra por mucho que nuestros padres o nosotros mismos queramos planificarla. La vida es como un río, nunca se mantiene constante sino que fluye por caminos diferentes. Esa inconstancia puede ser el destino según algunos, destino marcado por algo superior o simplemente el conjunto de los resultados de los actos en nuestra vida. Siempre tendremos la suerte de tener algún imprevisto, pero lo realmente importante no es que sea nuestra sino como la abordemos.
Rosa María Sánchez López:
"Todos estamos en la cuneta, pero algunos miramos las estrellas" (Óscar Wilde)
Para mi esta frase es impactante, porque refleja el camino de las cosas como un coche circulando por la carretera y nosotros solo estamos en la orilla.
En esta cuneta siempre hay dos tipos de personas.
las que se conforman con lo que tiene y únicamente dejan que los acontecimientos vayan transcurriendo como el pasar de los coches, oyen el ruido pero no se molestan en pensar, sin ponerse a imaginar o soñar con algo mejor, una meta. Quizás inalcanzable como las estrellas . pero que les hará más felices.
y luego están el otro tipo de personas las que a pesar de estar en la cuneta necesitan ilusionarse con alcanzar una meta. Para llenar esa necesidad de descubrir, propia de un niño pequeño. Sólo hay dos opciones o mirar las estrellas como algunos o conformarse con vivir en la orilla de la vida sin disfrutar de los placeres que puede dar la imaginación.